EDITORIAL
La palabra laberinto proviene del griego «labýrinthos» y, aunque tiene un origen ambiguo, se dice que atiende a las cavidades internas con las que la Poesía baila un juego insospechado: todos tenemos un laberinto en cada uno de nuestros oídos, que son los primeros laberintos naturales. El asunto está en que, del laberinto, la realidad engañosa: como los amantes, los lectores, también deseamos saber a través del oído, la lengua y la piel. Sabiendo el pequeño callejón de la aprehensión, nada podemos, pues, sino adentrarnos a ese orbe como quien se dispone a con-fundirse con placer y provecho por lo que ve, escucha y palpa. El deseo es la turbulencia interna de Eros; Eros es el aliento del deseo.
Por ello, abrimos la puerta al lector como se dice que se abre un laberinto preconcebido desde el umbral, para echar los ojos “por ahí o por ahí, / intuyendo, cruzando, / a tientas y atinando, / por atajos enredados. / Por la fila siguiente de la fila”, hasta hacer desaparecer la palabra “fila”.
En el cuarto número se erige una suerte de ars combinatoria de sonidos de pueblos originarios, tonalidades castellanas, testimonios crudos, fotografías que gritan corporalidades desde su mutismo, y símbolos eróticos que nacen de cada una de las obras que aquí se presentan; un mecanismo complejo de imágenes resguardadas entre cada texto que anuncian un nuevo saber, no con las ya pretensiones llullianas, sino con múltiples propuestas de seducciones al oído interno; de problemáticas e intercambios abiertos; de cambios en el equilibrio: “Cuando subimos al carro / procuramos siempre / rumbos desconocidos… Todo camino es una desviación”, nos recuerda Luis Paniagua en sus Umbrales. Esperamos que de este carruaje –naufragio al laberinto– crezcan nuevos umbrales de asombro para el lector.
Mariana del Vergel
E N S A Y O

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T E X A S
galería fotográfica:
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P O E S Í A
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A mi tío, Homero Luna Osejo Verde que te quiero verde Federico García Lorca Marco Itzammá (Ciudad de México, 1995) Cursó la carrera Lengua y Literatura Hispánicas en…
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Puente umbilical: un poema de Anehel Ramírez
si como el umbral las nubes son el paso al reino del polvo acumulado en cada palabra no hay oficio en atravesar puertas para llegar a otros lugares ahora el…

Galería
fotográfica:
Noemí Ortiz
P R O S A
El cuaderno de alas: Fabrizio González Torres
El escritor estaba indeciso. No lograba distinguir el comportamiento de aquella musa que, perezosa, dormitaba sobre una orquídea, así que se acercó a ella para preguntarle una frivolidad. —¿Me amas? La…
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La mosca gis: Fervor
Es de madrugada, un zumbido me despierta: veo una línea de color blanco, como si algo o alguien la hubiera dibujado con gis sobre la oscuridad. Miro la dirección de esa…
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La cruda risa: Salvador Martínez Rebollar
Iba en el transporte rumbo al trabajo, maldiciendo —como lo hacía desde hace una semana— mi falta de audífonos en el recorrido de una hora diaria, porque usualmente el rutero tiene infierno…

Cuerpo Mudo:
Raquel Reynoso Escalante
S A L A DE E S P E R A
H U R O N E O
U M B R A L E S: Luis Paniagua
[ciertos hábitos de las habitaciones] 3. las claves del cerrojo Nunca nos detenemos a mirar la puerta que nos guarda. Echados los pestillos en la noche, calzadas las pantuflas, vestida la pijama, confiamos en que esos mecanismos sencillos (minimalismo puro) nos mantengan a salvo de cualquier contingencia. A veces repasamos mentalmente…
Entrevista con el escritor Luis Paniagua
Entrevista a cargo de Francisco Martínez Ávidos de conocer un poco más sobre la escritura poética y los procesos creativos que convergen en la pluma del poeta y ensayista Luis Paniagua, el equipo de Los Demonios y los Días nos permitimos realizar una serie de preguntas al poeta, pensando especialmente en…

M A S C A R A R T E
Omar Montiel Hernández
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Los Demonios y los Días, año 2, núm. 2, es una publicación semestral hecha en Guanajuato. Su versión física se imprime con el apoyo del Programa Editorial Universitario, Alonso núm. 12, Centro, C.P. 36000, Guanajuato, Gto., en los talleres de Gesta Gráfica, bulevar Nicaragua núm. 506, colonia Arbide, C.P. 37360, León, Gto. Dirección editorial: Mariana del Vergel. Redacción y corrección de estilo: Gabriel Alfonso Pérez Reyes y Francisco Javier Martínez. Formación y diseño de portada: Mayra Nohemí Montes Pérez. En portada Fotografía digital de Noemí Ortiz, con permisos de reproducción del autor.