Rendida, la noche cerró sus párpados,
el viento con su lengua húmeda susurraba:
Miquiztli…Miquiztli… No había luz solo sombras.
Sobre mi cuerpo se levantaba un puñado de hojas
mi infancia se iba con ellas.
Del silencio brotaron voces frutos violentos
suspendidos entre los labios.
Como una serpiente hecha de piedra me enrosque,
pero el aire seguía tejiendo redes con mi cabello.
Vi como avanzaban hacia nosotros,
eran sus pasos un manojo de truenos.
Cargados de odio entraron a nuestras chozas,
hundiendo sus lanzas mataron a mi madre
y a nuestras flores las regaron con sangre.
Voces… sólo voces abriendo la noche,
afuera como granizo caían las balas,
el fuego nos había tocado los ojos.
Antes que el tiempo enmudeciera
con un cirio en las manos guiábamos a nuestros difuntos,
ahora ya ni siquiera podemos hacer eso.
Sin principio ni fin hemos abandonado nuestra tierra,
Ahora la puebla el silencio, la rabia y la angustia.
¿Adónde ir si la violencia ha bañado nuestros huesos?
¿Adónde, si esta era nuestra casa y nos la han quitado?
Entre la niebla se han llevado a mi hermana
No queda más sino partir, andar a tientas por el mundo
Esperando cruzar el río sin que ellos nos agarren.
En la lejanía lloraba un pájaro,
derramando su canto sobre el mar,
el día se quebró y el sueño se volvió pesadilla.
Me aflijo cuando recuerdo las bocas vacías que dejaron,
las alas rotas, los muertos sin tumba.
Tomaron todo lo que era nuestro, lo volvieron suyo,
a las mujeres jóvenes como oro se las repartieron,
y a los hombres como las flores de cacao derramábase su sangre.
Con un paso de animal herido huí
pero no bastó con apartarme de la muerte,
soltaron a sus Perros para atraparme.
Aquí, la muerte ha echado sus raíces
y los hombres con toda su violencia han impuesto su ley:
“O te vas a trabajar con nosotros o matamos a tu familia”
Ahora las casas finalmente se han quedado vacías,
porque es mejor abandonarlo todo que terminar en una fosa
o ser cazadas una a una.
Ahora juntas avanzamos entre las huellas del pasado,
con el gesto vencido y el sonido del aire diciendo:
Iréis hacia el rumbo de donde la muerte viene…
Uno de los hombres levantó el rostro y dijo:
“Por mandado del capitán general y gobernador
e presidente mi señor, Nuño de Guzmán informo
seréis depositado esclavos… e por la orden del mismo
con el hierro los yerren e la villa marquemos con fuego”
Los árboles callaron, recuperaron su silencio
nosotras avanzamos sin despedirnos de nuestros muertos.
Cuando la luna se ocultó detrás de los cerros
nos llevaron a una plaza y me vendieron por un caballo,
a las otras mujeres por otros objetos.
Han quebrado el viento con sus armas
y uno de ellos con el machete en la mano nos dijo:
“Ya se dieron cuentan, somos hombres del señor Velázquez
mi patrón nos mandó por ustedes y por sus hijas,
ellas se suben a la camioneta y ustedes se quedan aquí”
Este es mi destino: ya todos lo saben.
Como pétalos de flores nos las fueron arrebatando,
petrificadas más allá de las voces
quisimos romper el mundo con nuestros gritos,
pero otro de ellos levantó la voz:
“Si comienzan a gritar se las carga la chingada a todas”
Entonces la violencia mordió nuestra lengua,
detuvo el tiempo y vimos como una a una se las llevaban,
como antiguas estatuas de bronce ahí nos quedamos.
Lloré, mostré tristeza y el lugar se llenó de sufrimiento,
pero nada sirvió para cambiar mi destino…
Traté de huir pero los hombres hundieron sus cuchillos en mi piel
y aquí entre las flores apareció la muerte,
este es mi destino, ahora todos lo saben.
Ellos nos hicieron cerrar la boca y abrir las piernas
(Uno de ellos era primo mío)
la jauría de asesinos nos fue profanando.
Al final a unas las dejaron tendidas a ras de cielo,
a nosotras nos cambiaron el nombre
y nos enviaron a distintos pueblos,
Nos repartían como paquetes de droga.
Me bajaron y dijeron “Esta es la plaza que vas a trabajar”
Lloré, mostré tristeza y el lugar se llenó de sufrimiento,
traté de huir con un hombre pero ellos nos agarraron y nos golpearon,
a él le cortaron la cabeza y tiraron su cuerpo al río
y a mí me vendieron como un bulto más en la frontera,
este es mi destino, ahora todos lo saben.


(Ciudad de México, 1992) Licenciado en Letras Hispánicas por parte de la Universidad Autónoma Mexicana. Ha publicado poesía en revista De-Lirio, Tlacuache, Buenos Aires Poetry , Revista Hispanoamericana de Literatura , Poesía entre Neón, Atunis Galaxy Poetry, Vertedero Cultural, Poesía en Órbita y Círculo de poesía. Algunos de sus poemas han sido incluidos en las antologías Tiempo Fuera y poetas jóvenes de la UAM.
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