no podemos sentirlo por primera vez la segunda vez
primero,
cubrirá tu barrio
esta nube gelificada
que corté con un cuchillo de pan
de solo admirarla
tus vecinos curiosos quedarán ciegos
tu padre dicen, es un hombre muy curioso
finalmente nada volverá a tener sentido
ni siquiera masticar el agua blanda
que dejaste entre mis dedos
ni siquiera unas últimas palabras
tus ojos, él los tuvo primero
qué desperdicio
ser un hombre no era más que esto.

limpio es el ruido de lo que se quiebra sobre sí mismo
en tu vientre las llevaste
palabras claras y tranquilas
confío en tus buenas intenciones
confío en que me hagas retroceder
haciendo de mi corazón una lata
pasando a través de una aguja
él, orgulloso, succionaba el jugo
como si llevara el veneno adentro
él llevaba el veneno adentro
y lo saboreaba
nunca me preguntó
si la amaba o no la amaba
solo me dijo:
un paso más y soy real
esperando que la tierra me dé permiso
cuánta suciedad, cuántas pastillas
me hicieron entrecerrar
las cortinas, agigantarme
fui Dios y temblé como un recién nacido
del que nadie se haría cargo
podría moverme si quisiera
pero ya no, ya no
él se acostó conmigo
madre, al fin estoy acompañada
al fin me desean sin necesitar
tocarme y al fin me tocan
como si me odiaran
el zumbido de las palabras
no cesa
el de las polillas tampoco
revolotean sobre mis labios secos
ninguna de nosotras descansa sabiendo
que estás cerca.

(Neuquén, Argentina, 1998) Escribe y saca fotos analógicas desde hace años, aunque generalmente no comparte lo que hace. Fue seleccionada como residente del Festival Internacional de Poesía de Rosario, Argentina, en 2019. Actualmente estudia Artes de la Escritura en la UNA. A veces coordino talleres literarios.
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