Quinto número

Entrevista con la escritora y traductora Andrea Muriel

En esta ocasión, tendemos una puerta en la sección de Huroneo a las y los lectores a la voz de la joven poeta, traductora, editora y gestora Andrea Muriel. El equipo de Los Demonios y los Días nos acercamos ávidos a su labor literaria, con el fin de realizarle una serie de preguntas:

Equipo de Los Demonios y Los Días.- Qué tal, estimada Andrea. Es un placer para nosotros estar contigo en esta entrevista. Nos gustaría comenzar diciendo que tuvimos un acercamiento mucho más íntimo a tu trabajo al conocer un proyecto en Instagram que nos parece innovador, fresco y necesario en el ámbito de la promoción y difusión de las escritoras: “#charlaylecturacon”.

Cada miércoles por la noche realizas una plática amena con escritoras jóvenes de diversas latitudes, con el fin de abordar temas relacionados con sus motivos, inquietudes y posturas literarias; brindar un espacio para la lectura de su obra, así como para hablar de su vida y de sus filiaciones artísticas. En relación con los espacios autosuficientes, autónomos o independientes que comienzan a crecer cada vez más, buscando promover las voces de escritoras, nos gustaría preguntarte, ¿qué motivos te llevaron a crear tu proyecto?

Andrea Muriel.- Primero que nada muchas gracias por la invitación a este espacio. Creo que los espacios independientes de la cultura son muy importantes en nuestro país y por eso valoro mucho el trabajo e interés detrás de ellos.

En cuanto a las #charlaylecturacon, les cuento que surgieron de una manera extraña, nada estructurada: en un inicio tenía ganas de platicar con Lucía Rueda a quien acababa de conocer y decidimos hacer un live para compartir nuestra poesía, luego invité a otra querida amiga: Tania Langarica. Yo me sentía muy sola y ansiosa debido a la pandemia en el espacio interior de mi casa por lo que esta manera de relacionarme con otrxs fue fundamental para mantener la cordura. Y así, poco a poco esas charlas que comenzaron siendo casuales y entre amigas o conocidas se transformaron en una agenda semanal en donde ahora muchas veces entrevisto a autoras que no había leído antes o que no conocía sino hasta alguna recomendación o descubrimiento. Lo que sí tuve claro desde el principio es que quería tomarme muy en serio el leer a las autoras a profundidad porque me he dado cuenta de que no nos leemos realmente entre contemporánexs así que cada #charlaylecturacon tiene un trabajo importante detrás que va desde la lectura completa de la obra de las autoras, notas, hasta una retroalimentación previa a la entrevista en donde ellas me cuentan cómo se sienten con lo que les propongo explorar.

LDyLD.- ¿Crees que #charlaylecturacon se suma a la mirada literaria que abre las puertas a las voces disidentes? ¿Qué tipo de voces han aparecido durante las charlas? ¿Alguna vez has experimentado algún tipo de censura durante las mismas, ya sea por parte de una persona física o moral?

AM.- Yo siento que todavía hay mucho que explorar y muchas ideas que romper desde la literatura misma y desde el mundo literario también. Yo centré mi espacio en mujeres porque conozco los prejuicios hacia nuestra escritura, nuestros temores, las dificultades que tenemos para escribir, publicar. Entonces decidí hablar desde ahí. Y claro que hay una variedad absoluta de estéticas, temas, formas de ver la poesía, en las charlas. Eso es interesantísimo. En cuanto a la censura, sinceramente no he recibido. A veces algún comentario machista, pero bueno, de esos hay siempre y no me detienen en mi labor, al contrario, me confirman todo el trabajo que hay por hacer.

«Leer en colectivo y escribir en colectivo son experiencias muy importantes hoy en día. Rompen con esta idea hegemónica de que el escritor crea en soledad, rompe con la idea de genio y de originalidad o autoría absoluta. Nos hace pensar en todas las personas que hay detrás de la escritura de un poema«

LDyLD.- Considerando que en la literatura (las artes en general) el mundo relacional tiene un peso importante, ¿crees que este proyecto de gestión está perfilado con la escritura o lectura en colectivo?

AM.- Claro, leer en colectivo y escribir en colectivo son experiencias muy importantes hoy en día. Rompen con esta idea hegemónica de que el escritor crea en soledad, rompe con la idea de genio y de originalidad o autoría absoluta. Nos hace pensar en todas las personas que hay detrás de la escritura de un poema: nuestrxs amigxs que nos leen, los talleres en los que la visión de otrxs y sus recomendaciones modifican el texto, lx editorx que nos propone cambios, por ejemplo. Nos hace reconocernos como personas que hacemos algo que lleva mucho tiempo haciéndose y que es una profesión, claro, pero también puede ser un simple hobbie como pintar o escuchar música. Es impresionante cuántas personas quieren acercarse más a la poesía, ya sea leyéndola o escribiéndola, pero sienten que les faltan herramientas para hacerlo. Y pues estos espacios ayudan a poner en tela de juicio estas ideas, y a aprender y disfrutar de la poesía en comunidad.

LDyLD.- Respecto a tu labor como traductora, nos gustaría saber qué es lo que te lleva a aventurarte a tomar un reto “de fuerzas mayores” al momento de traducir a grandes escritoras como Louise Glück o Kim Addonizio.

AM.- Tanto a Kim Addonizio como a Louise Glück las he traducido por placer, por desear acercarlas un poco a mí, a sus lectorxs en español. Y hacerlo requiere un trabajo de empatía gigantesco así como de mucho respeto. Pero no se puede traducir a alguien sin meterse en su piel. Así que cuando traduzco a Kim Addonizio soy un poco ella y no puedo mirarla hacia arriba porque mi traducción sería tibia, tampoco puedo corregir algo que yo hubiera dicho de otro modo, por supuesto que no. Debo meterme en su cabeza, en su cuerpo, en su mirada e intentar descifrar sus intenciones en el texto. Aunque bueno, también hay que decirlo, siempre dejaré algo de mí en la traducción por más que intente no hacerlo. Por eso cuando leemos traducciones hay que tener siempre muy claro que se trata de acercamientos, no existen las traducciones totales. Yo disfruto mucho comparar traducciones de otrxs con sus originales porque así puedo ver qué es lo que lxs traductores interpretaron de ese texto, cuál es su lectura de cierto pasaje. Leer a Cortázar traduciendo a Poe es interesantísimo, por ejemplo.

«Traducir es como analizar un poema, pero activamente ya que recreas textualmente aquello que analizas, y debes tomar decisiones respecto a cómo replicar esos efectos en otra lengua, en otra tradición literaria«

LDyLD.- Creemos que en la traducción descansa (o acciona) una fuerte vitalidad de la palabra, igual que en la creación literaria. En este sentido nos gustaría preguntarte cuáles son los procesos creativos que te han marcado como escritora y cuáles como traductora. ¿Sientes que son procesos separados? Y sobre la complicidad de los mismos, ¿cómo crees que han marcado tu obra?

AM.- Desde que descubrí las posibilidades de la traducción, no he podido parar. A veces simplemente quiero difrutar más un poema así que lo traduzco. De este modo puedo meterme un poco a la visión de lxs autorx y al replicar los procedimientos poéticos me maravillo aún más con el poema. Y por supuesto me parece que la traducción es un ejercicio creativo. Traducir es como analizar un poema, pero activamente ya que recreas textualmente aquello que analizas, y debes tomar decisiones respecto a cómo replicar esos efectos en otra lengua, en otra tradición literaria. He aprendido muchísimo de la poesía al traducirla. En mi caso se unen escritura y traducción porque después de traducir me siento con más ganas de crear y con más ideas para hacerlo. 

LDyLD.- En el mundo de la traducción uno de los grandes desafíos del retrato de la voz literaria consiste en intentar atravesar espacios en donde se confunden la biografía y la estética (por ejemplo), ¿crees que existe una cercanía más —digamos, un valor íntimo asumido —de una mujer traduciendo a otra mujer? (Pensamos en Verónica Zondek como traductora de Emily Dickinson, Anne Carson y  Anne Sexton, por nombrar algunas).

AM.- Sin duda eso modifica la traducción. La sensibilidad hacia los intereses de lxs autorxs es importantísima. Recuerdo que cuando traduje el primer poema de Kim Addonizio no había comprendido el sarcasmo en su obra y poco a poco al leerla más y relacionarme con sus intereses estéticos fui comprendiendo y modificando mi traducción para generar lo que yo supongo ella quiso escribir. Es todo un tema. También pienso en la idea de si lxs traductores deben ser escritorxs para poder traducir, y creo que tiene que ver con lo mismo de la sensibilidad, de poder analizar mecanismos poéticos y reescribirlos en otra lengua.

LDyLD.-También nos gustaría que nos platicaras sobre los talleres y cursos que has impartido en diversas ocasiones. Podemos nombrar “Poesía del día al día”, “Sacando los trapitos al sol: poesía confesional” y “Todxs podemos escribir poemas”. Vemos en ellos una o varias constantes; cauces que convergen en el valor íntimo y cotidiano de la poesía: ¿Para ti, por qué es importante acercar o introducir a las personas, específicamente a este género literario?

AM.- Ahora que mi proyecto ha crecido, comparto más poesía escrita por mujeres y doy cursos y talleres, mi intención es que las personas que comienzan a escribir no se sientan con esas limitaciones con las que yo me sentí, quisiera acortar ese camino que para mí fue largo y complicado, compartirles mi experiencia, lo que aprendí, darles tips para que se sientan seguras al crear. Y lo mismo respecto a la lectura. He descubierto lo elitista que es el mundo poético, sobre todo, y hay muchas personas que se están perdiendo la belleza de la poesía justamente por estas estructuras patriarcales y por los poetas que escriben para ellxs mismxs. Mi intención es entusiasmar a quienes sientan un llamado por leer poesía para que descubran ese inmenso universo y puedan encontrar aquella poesía que les emocione. Justo por esto mismo comencé el “Club de lectura: poesía y feminismo” en donde un mes leemos un libro de poesía escrito por mujeres y al mes siguiente un libro sobre feminismo. El acompañamiento y poder platicar mes a mes sobre lo que nos ocasionan estos textos de una manera horizontal me parece fundamental para romper las barreras con la poesía y simplemente disfrutarla.

LDyLD.- Sobre tu proceso de formación como poeta, ¿qué te ha llevado a seguir buscando y encontrando, digamos, un espacio seguro en la poesía cuando todo lo demás (el mundo exterior) muchas veces camina a contracorriente?

AM.- Bueno, creo que justamente eso. La hostilidad del mundo poético y que muchas veces en los talleres te hablan de lo mucho que te falta para poder escribir bien sin darte las herramientas para hacerlo me molesta mucho. La poesía no es de algunxs, nos pertenece a todxs. Y creo que la comprensión del otrx y la empatía también son fundamentales en un espacio relacionado con la poesía.

LDyLD.- Para finalizar, nos gustaría que nos platicaras sobre tus proyectos futuros; qué hay en la libreta de Andrea Muriel, hacia dónde visionan sus pasos dentro del campo artístico.

AM.- Pues lo que es seguro es que seguiré difundiendo la poesía escrita por mujeres y también seguiré acompañando a quienes escriben en sus procesos. Ya no creo poder vivir sin hacerlo. En cuanto a mi escritura, llevo tiempo trabajando un par de poemarios y una novela, pero todavía no sé cuándo estarán listos. Lo que sí es que estoy disfrutando mucho su escritura, sus procesos y quiero ver a dónde me llevan.

Andrea Muriel

Andrea Muriel

(Ciudad de México, 1990) es escritora, traductora, editora y promotora cultural. Estudió la licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica en la BUAP y la maestría en Letras Modernas – Inglesas en la UNAM. Ha traducido varios libros del inglés y del italiano entre los que destacan el poemario Dímelo de Kim Addonizio (Valparaíso, 2016) y la novela La imperfecta maravilla de Andrea de Carlo (Seix Barral, 2018). Obtuvo una beca en el programa de escritura creativa de la Fundación para las Letras Mexicanas. Es co-editora de la revista de literatura Vuela Palabra y co-fundadora de la editorial independiente Osa menor. Comparte sus lecturas y charla con autoras en su Instagram @andreamuriel_ Da cursos y talleres sobre poesía y escritura. A veces el amor es un cactus (México: Osa menor 2019, España: Ediciones Liliputienses 2021) es su primer poemario. 

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