Jesucristo no quiso unirlos sino separarlos,
como en la parábola de las ovejas y las cabras.
Jesucristo dijo: «No vine a traer la paz sino la espada.
Mesías o Satán o Tentador, era considerado
como uno de los antediluvianos, es decir, como una
de nuestras energías.
WILLIAM BLAKE
Con dulce reverencia comulgo las leyes
Del mundo, su opulento artificio,
Mas si hiriese mi alma en todo rincón
De sufrimiento, ¿dónde quedaría varada
La feliz suerte de estar viviendo?
Si de algún rincón la sangre preñada
Acoge mis sentidos, el mundo se vuelve
Una selva y un combate de animales
Bravío, selvático, montuoso y brutal,
Inhospitalario; y donde el vándalo su lumbre
Incendia y la muerte atroz su cruel destino:
¿Qué mundo se le deja al postrer niño?
¿Dónde jugarán sus leves manos la dichosa
Ventura de apresurar sus almas a los prados?
Lo repito, a este mundo Dios aproximó la espada
No el sustento del pan, no la hogaza, no la paz;
Así lo dijo su parábola piadosa, así lo señaló
Su rotunda y sublimada geometría
De dar separo al mundo y sus infiernos.
Si del yerro su débil firmeza acongoja
El mundo es la doble armada:
La disputa de uno mismo, y el deber de la tierra.
Olín Emiliano Robles Riestra

(Zacatecas, Zac., 1995) He publicado en las revistas virtuales Metáforas al aire, Efecto Antabus y en la revista impresa Los demonios y los días.
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