Y QUÉ SI FUESE
¿Y qué si fuese al revés,
si la muerte fuese día,
si la luz fuera agonía
y si el sol una horridez;
si el color blanco, a su vez,
fuera negro en el sentido,
cada jornada un chillido,
si la noche alto denuedo
y si el día horrible miedo
en que no para el quejido?
Nuestros miedos pasarían
a ser vistos claramente,
los veríamos de frente
y tal vez no vencerían.
Esos miedos que vivían
desde la más tierna infancia
y a pesar de la distancia
vivos siguen, tan presentes,
tan horribles y dolientes
en la mente como estancia.
Mucho más fácil sería
que en lugar, pues, de ocultarlos
bien pudiéramos callarlos
con tremenda valentía.
El miedo que tanto hería
con pletórico tesón
cedería a la razón
y no a la triste locura;
pues sea esto la ruptura
por que no haya perdición.
VANA, QUIMÉRICA FIGURA
Alto elevo la pluma y ya escribo
en cabal soledad y triste estando;
fuerte grita mi mente lamentando
lo pérfido del mundo que percibo.
En silencio hacia afuera ya concibo
centenares de mundos que alejando
se van ya de este orbe tan nefando
que sin gloria, sin éxito derribo.
¿Qué riquezas, tesoros y dineros
no entregaría, raudo y con premura,
por que sean mis mundos verdaderos?
¡Oh, mísero de mí, vana escritura!
De mi pluma, ¡oh, dioses tan severos!,
sale sólo quimérica figura.
Javier Paláu Hernández

(San Luis Potosí, 1998) Estudiante de Letras Españolas en la Universidad de Guanajuato y miembro fundador del Grupo Pigmalión, es cocreador y editor de la revista El Gallo Galante. Sus poemas han sido publicados en revistas como Polen, Buenos Aires poetry, Campos de plumas, Cardenal, entre otras. Sus principales intereses giran en torno a la poesía novohispana y de los Siglos de Oro, así como la teoría y la crítica literaria.
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