Aguja bordadora
La aguja entra y sale
al ritmo de las percusiones que bordan el son.
La aguja degrada los colores
que forman las flores; auténticas y desiguales.
Degradado sol, viento que degrada el calor.
Guie’ stí diidxazá1,1 flor de tu lengua al hablar.
La aguja entra y sale,
abriendo paso al jardín que serás, tehuana.
A la primavera que será el tocado, que corona tu cabello
al capullo en flor, rojo atardecer, rojo amanecer de tus labios.
Y dorado resplandor de sol;
que atavían tus orejas, cuello y manos.
El destellante descenso de la riqueza de tus antepasados.
La aguja entra y sale,
imitando el zapateado de tu teco en el son Paulina.
La aguja entra y sale por última vez para terminar el huipil,
la aguja entra y sale de entre el negro terciopelo.
La aguja sale, Lucero de la mañana,2
anunciando el fin de la Vela.3
1La flor de la palabra.
2Son tradicional que se toca al final de la Vela.
3Fiesta tradicional del Istmo de Tehuantepec, que dura toda la noche.
Edith Cano Castillo
(Ciudad de México, 1994). Egresada de Lengua y Literatura hispánicas en FES Acatlán, UNAM. Participó como coordinadora del área de literatura en el Primer Encuentro Nacional de Estudiantes de Lengua y Literatura Hispánicas. Un año más tarde participó como ponente en el área de Teoría Literaria del mismo encuentro. Ha presentado su trabajo literario en el en la Universidad Autónoma de Morelos, en la Universidad Autónoma de Yucatán y en el Congreso Nacional de Creadores Literarios. Ferviente amante y admiradora de la poesía, y neófita en su creación.
Los Demonios y los Días 
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